1/2/10

Capítulo 153:

Capítulo 153:
Como dije antes, en dos semanas vi a Ana tan solo dos veces. En la tercera la encontré el día viernes, en el cumpleaños de Emanuel, el esposo de Eugenia. Esa noche el y todos los invitados (excluyendo a Ana y a mi) se enteraron que la rubia llevaba dentro un mini Acosta (¿vale aclarar que es el apellido de Emanuel? ¿No, no?) Mis viejos lloraron y ni hablar del futuro padre, llego a un punto que me dio vergüenza ajena, pero de la buena. Me sentía orgulloso de mi hermana me sentía feliz, me sentía bien con todos, con el mundo. Me sentí tranquilo. Hace mucho no sentía cosas así. Me sentí bien excepto por que Eugenia hablo con Mariana y parece que están bien de nuevo, ella estaba con su esposo e hijo en la fiesta. No me molesto, me sentía un poco incomodo. Tanto que Ana se dio cuenta y me pregunto que sucedía, evadí el tema por supuesto. Pero sin hacer notar que algo había entre nosotros, espero que no se hayan dado cuenta que ella tomaba mi mano bajo la mesa, bueno en fin, también note que Gastón estaba nervioso e incomodo, trate de hablar con el en este tiempo pero no quiso intercambiar ni una sola palabra sobre lo que paso en el cumpleaños de Catalina. Si él lo dice le creo. Si está todo bien, mejor así. No me voy a preocupar por boludeses, valla a saber que paso, pero no me quiero enterar.
En medio de la fiesta entre risas y viejas anécdotas de cuándo Emanuel iba al colegio, una persona experta en avergonzar a otros cofcofeugeniacofcof le pregunto a Ana si estaba con alguien. “¿Yo? Jaja noo… con nadie” y apretaba mi mano. Baje la cabeza y estoy un cien por ciento seguro que me puse colorado, como si me hubieran pintado las mejillas de el rojo más rojo entre las gamas de los rojos (…) Me levante y fui al baño. Se dieron cuenta de mi cara obvio, no lo se, hay cosas que no puedo controlar. No somos novios, no somos “algo” bueno si, algo somos, pero no es definido. Si alguien me pregunta que es diría… una amiga. Una buena y linda amiga.
Linda.
Preciosa.


Pedri: {se choca} ¡Uh perdón! {La toma de los hombros}
Lali: No, no es nada {le mira la cara} ¿Que te paso?
Pedri: {se rasca el costado de su nariz con el dedo índice} Me lave la cara.
Lali: jaja parece {lo mira} No se que parece, ahora se te va lo rojo, no te des fuerte con la toalla querido.
Pedri: ¿Cómo?
Lali: No que tenes todo rojo porque te secaste con la toalla.
Pedri: {Mira para abajo y ríe}
Lali: ¿Todo bien?
Pedri: Bien, contento.
Lali: ¿Contento? Mejor así.
Pedri: ¿La estas pasando bien?
Lali: Por suerte bien.
Pedri: Ibas al… {mira la puerta del baño}
Lali: AH, si,si. Cierto {el camina unos pasos y ella se mete en el baño sin cerrar la puerta} Che Peter.
Pedri: {Se da vuelta}
Lali: No seas tan obvio. {Le sonríe} Con la de anteojitos digo. {cierra la puerta}
Pedri: {No la banco no la banco no la banco}

~Ana: Es tardísimo, creo que me voy a ir.
Euge: ¿Te vas? Bueno, ¿pero la pasaste bien no?
Ana: Muy bien Euge, {se levanta y se abrazan} Felicitaciones por el bebe loquita,
Euge: Graaacias ani, muchas gracias.
Pedri: ¿Te llevo?
Ana: Me iba a pedir un remis pero b-bueno dale.
Cata: {Viene corriendo} ¡Pa! Pa pa pa pa pa pa pa {agarrándolo de su pantalón}
Pedri: {mira hacia abajo} ¿Qué pasa?
Cata: ¿PA ME PUEDO QUEDAR A DORMIR CON SOL?
Pedri: ¿A la casa de Sol?
Cata: Siiiiiii daaaaaaaale
Pedri: No se.
Cata: PA NO SEAS MALO DALE DALE DALE DALE DALE DALE DALE DALE
Pedri: No seas densa Catalina, ¿El tío te dijo que si?
Cata: SI pa, yo me porto bien si dale dejame no seas malo dejame
Pedri: Está bien. Dame un beso pero ENOOORME ENOORME porque me voy. {Se pone de cuclillas}
Cata: {le da un mini beso} Papa no me gusta tu barba. Me pincha, aféitate porque sino nunca más te doy un beso.
Pedri: Ya vas a ver mocosa, si no me vas a dar besos vos, te voy a agarrar a las cosquillas y que dios te salve.

Maneje hasta mi casa, no le pregunte si quería venir, pero tampoco le importó. Yo sabía, lo leí en sus ojos, esa noche me iba a besar y hacer olvidar del mundo. Solo estaríamos yo, ella, y nuestros labios. Llegamos a mi casa y se bajo como siempre, introvertida, tomando con ambas manos su cartera y mirando al piso escondiendo su tan bonito rostro con su pelo color dorado.
Entramos y acomodo sus lentes como lo hace siempre que siente vergüenza. Me dijo que no sabía que su casa era tan grande, reí y le explique acercándola con mis manos posadas en su cintura que esa no era su casa. Me beso el costado de los labios y dejo su boca en ese lugar, cerré los ojos cuando lo hizo e introduje mis manos dentro de su remera, tocando su espalda baja, pero sin levantar su prenda. Su piel se erizo, la empuje más hacia mí y la bese, apretó sus manos arrugando la parte trasera de mi remera y me atrajo a ella como un imán, chocando nuestros cuerpos de una forma bestial pero a la vez delicada. Sin desenlazar nuestros labios caminamos a ciegas por el living, yo, palmando con la única mano que no estaba ocupada en sostener su cintura, los muebles de mi casa. Encontré el sillón y caímos en el, era tan mullido que me hundí, quede sentado y ella sobre mí, siguió besándome, no le importo nada, nada más que lo que sentíamos en ese instante. Bese su cuello despacito y creo que la pinché, río tonta pero exquisitamente y acaricio mi barba con su boca y la punta de la nariz. Le di un beso en ella y sonreímos.
Rocé con mis labios su mejilla, me acerque a su oreja y acaricie con mi nariz donde llevaba un arito con una pequeña piedra blanca. Le recordé lo hermosa que era al oído y me devolvió el cumplido con un beso. Acaricie su cadera e intente subir su remera, dijo mi nombre y le pregunte que sucedía.
Ana: No puedo.
Pedri: ¿Por qué? ... ¿Estas…?
Ana: No, no.
Pedri: ¿Entonces?
Ana: Te va a parecer estúpido.
Pedri: ¿Es el ombligo?
Ana: No quiero que te enojes y que pienses que no quiero hacerlo, me gustas, y me encantaría estar con vos, pero dame tiempo.
Pedri: Te voy a dar todo el tiempo que necesites Ani.
Ana: ¿Te molesta si me voy? Me siento estúpida.
Pedri: {Suspira} Te llevo.
Ana: {Niega moviendo su cabeza} No te puedo ni mirar {se levanta del sillón y Peter también lo hace}
Pedri: No te puedo dejar ir sola tan tarde.
Ana: Vivo cerca, no me va a pasar nada.
Pedri: Sos caprichosa
Ana: {se acerca y le da un beso} Dejame, te mando un mensaje cuando llego. {Peter baja la cabeza y ella tomándolo de su mentón con sus dedos índice y pulgar lo hace mirarla} No te enojes.
Pedri: No me enojé.
Ana: ¿Te quiero sabes?
Pedri: Yo también te quiero.
Ana: {Lo abraza} Perdoname soy una estúpida.
Pedri: {acaricia la espalda de Ana} No lo sos.
Ana: Me voy {con su voz cambiada}
Pedri: No llores tonta. {Abrazándola más fuerte}
Ana: No, no. Estoy bien {Separándose del abrazo}
Pedri: {chasquea su lengua} No te pongas mal.
Ana: {secándose sus lágrimas} Estoy bien, estoy bien. Abrime así dejo de humillarme.

~Pedri: Estamos hace poco, ósea no estamos, estamos ahí, a un paso. No se haber yo con ella no… nunca digamos, nunca esstuve… ¿entendes? Y ayer se iba a dar pero… ¿Ma te sentís cómoda hablando de esto conmigo? ¿Está todo bien en que te lo cuente? Bueno… que pasa, estaba todo bien, pero ella tiene un problemita con el… con el ombligo. Lo odia, ¿y vos viste lo linda que es no? A mí me encanta su ombligo mami, y se angustio porque no quería que yo lo viera, le da vergüenza… lo vi igual pero se puso mal y se fue. Yo por mi no hay problema, yo no la quiero apurar, si yo hubiera sabido que ella no… no está con muchos hombres por su ombligo yo no lo hubiera intentado” ¿me entendes ma? Yo quiero que se sienta bien conmigo, que tenga confianza, yo que se. Porque como estamos estamos perfectos, ósea… MA no, no te sentís cómoda hablando de esto. Mejor lo hablo con Gastón.

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